Entrenamiento Holográfico

[Narrando]

Día 1
13:00
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Tras un viaje en el barco volador de la Akademeia llegais a Esthar. Al comienzo no ven la ciudad, hasta que una comitiva de recibimiento los encuentra y los lleva a traves del campo de camuflaje.

Adentro, se encuentran con una escolta de tan solo 2 personas, una mujer con un brazo mecanico y la mismisima Erika Cid-Alea.

-Bienvenidos SeeDs, es un honor tenerles aquí. Desearia poder haberos preparado un recibimiento más digno, pero como ya sabeis nuestros guerreros se encuentran ocupados en otros asuntos. Si sois tan amables de seguirme a mi y a la señorita Shalua Rui, ella diseño el sistema que han de probar. Ya esta todo preparado, por lo que agradeceriamos que comenzaran de inmediato, el tiempo es oro.

Erika les abre la puerta a un vehiculo que se deslizaba por las calles de Esthar, hasta que llegaron a un gran edificio, el que supusieron sería el contenedor del dispositivo holográfico.

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-De momento hagan un post de introducción sobre el viaje y la ciudad, luego comenzaremos con la misión.

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Orden de Posteo:
-Arkan
-Lulu
-Yulianthalas

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Una misión interesante había aparecido días atrás en el tablón de anuncios de Akademeia. Técnicos militares de Esthar solicitaban a tres SeeDs para la prueba de alguna clase de simulador virtual con fines militares. La prueba parecía interesante, y la tecnología era algo que había fascinado a Arkan tanto como la magia. Posiblemente los mejores mecanismos fueran aquellos en los que coexistieran ambas como soporte una de la otra.

No habían recibido fecha de salida hasta un día antes, por lo que mientras tanto Arkan había estado con Lulu, que había accedido a ir con él a la misión, pasando el tiempo con ella y cuando no lo estaba, curioseaba sobre tecnología en la biblioteca. La misión le había hecho preocuparse por algo más que la magia, era curioso como una referencia podía hacer que alguien se interesara por otros temas.

Esos días a parte de para leer y estar con Lulu, Arkan pasaba revista a todo lo que se iba a llevar a la misión. Comprobó el filo de la guadaña y el estado de todo el arma en general, que no presentara fracturas, puntos débiles en la estructura del mango o cualquier otra clase de problema. Había añadido una pequeña hoja al final del mango, que facilitaba algunos movimientos de ataque, sobretodo cuando se enfrentaba a varios enemigos y lo tenían cercano a un rodeo o atacaban desde varios ángulos. Tenía la desventaja que podía cortarse a si mismo con cierta facilidad, pero ya se había entrenado unos días cubriendo esa debilidad.

Por otra parte estaba la armadura, que había cuidado con bastante buen trato y había bajado a las armerías de la academia para que la revisaran. La había conseguido por encargo de su antiguo maestro, Galauss, y había tenido que ir a recogerla a Balamb, con lo que se había encontrado en el camino de vuelta en una situación... complicada por el ataque de unos robots al tren en el que iba.

La armadura, toda ella de un metal ligero pero duro y de color plateado con algunas líneas doradas y tres pares de pequeños zafiros esféricos incrustados en la pieza del hombro, gemas que según lo que Arkan creía era para reforzar mágicamente el conjunto, constaba de una protección para el cuello, que formaba un triángulo que descendía unos centímetros hasta algo más abajo de sus clavículas.

Por otra parte, constaba de un guantelete de metal en su mano izquierda, pero bien articulado y que apenas le dificultaba el movimiento, terminaba a la altura del codo donde unos rebordes de metal sobresalían del final de la pieza. Separada de esta pieza pero cubriendo el resto del brazo, había una hombrera que se colocaba en el mismo lado que el guantelete, en el izquierdo.

No le llegaba a cubrir todo el brazo, quedaba un ligero hueco entre las dos piezas que facilitaba el movimiento, pero a cambio otra ligera placa de metal llegaba a cubrir parte del lado izquierdo del pecho de Arkan, sobretodo el corazón y parte del pulmón. Dicho reborde continuaba también hacia arriba, así como al final de la hombrera en el brazo, había otro saliente más. Todos estos salientes estaban afilados y bien ajustados de forma que Arkan no pudiera herirse en sus movimientos o acciones, pero si a los enemigos que se acercaran mucho a él.

El conjunto contaba también con dos botas metálicas que se acoplaban sobre el calzado que Arkan llevara, cubriendo ambos pies. Dichas botas llegaban hasta las rodillas, donde una articulación bien diseñada y con rebordes en el exterior no restaba capacidad ninguna al desplazarse o flexionarlas, y el metal seguía pierna arriba, hasta casi la mitad de su muslo. Toda aquella armadura había hecho que él desarrollara recientemente una modificación de su estilo de combate, antes simétrico, y ahora basado en una defensa en el lateral izquierdo y el derecho reservado para el ataque, con menos peso.

Un día antes de su marcha, desconocedores los tres integrantes de la expedición el cuando sería, recibió una nota en su habitación personal indicándole que se presentara al día siguiente al atardecer en la puerta de la academia, preparados para salir en el mismo instante que estuvieran en la puerta. Arkan preparó su mochila de expedición con material variado, la armadura y algo de ropa, entre ella abrigo para Esthar, la región más fría de todo el mundo, o el viaje. Luego, como no, llevaría su otra pertenencia de más valor, la guadaña. Todo su equipo de batalla era prácticamente regalo de Galauss. Aquellas cosas eran los objetos materiales de más valor para él, pero sólo en batalla. Luego tenía a Lulu, la luz de su vida, que lo era todo para él. Su compañera preferida en combate y a la que confiaría su vida en batalla, la persona a la que amaba fuera del combate.

La nota la había recibido prácticamente por la noche mientras leía en su habitación, así que se durmió pronto intentando relajarse y no pensar en la misión, sólo en que debía presentarse por la tarde en la entrada principal de la verja de Akademeia. Pese a que apenas había hecho nada el día anterior se levantó tarde, perdiendo la hora del desayuno. Se duchó y preparó para la misión, vistiéndose con un pantalón negro, el que solía usar en combate con varios bolsillos en las piernas. Se colocó una camiseta que no tenía mangas en el brazo derecho y una manga corta en el izquierdo. Se colocó un cinturón del que colgaban dos faltriqueras pequeñas y rectangulares y cuya hebilla era un hexágono de color claro en el que había grabado un símbolo rojizo, como si se tratara de un tridente. El hecho que llevara las dos faltriqueras en el cinturón era para seguir teniendo algún bolsillo útil una vez se calzara la armadura, que le cubría prácticamente toda la pierna.

Se quedó leyendo hasta la hora de comer y apenas encontró a algún conocido en los pasillos o la cafetería. Al ser temprano para la hora de la comida, apenas había demasiada gente en la cafetería, pero aun así él tenía un espacio guardado en un pequeño grupo de mesas reservadas a los SeeDs. No comió demasiado pues en parte se lo comían los nervios a él, era la primera vez que salía en misión oficial de la academia y aquello lo tenía emocionado y nervioso.

Volvió a la habitación, y estuvo leyendo hasta las 6 de la tarde, hora en que cerró el libro, se cargó la guadaña y la mochila a la espalda y se dirigió hacia el punto de encuentro. Salió de la residencia masculina por la sala común, que aquel día parecía rebosar actividad. No se fijó en nadie sino que fue caminando hacia la puerta, por la que salió del lugar. La puerta daba al camino de los jardines que conectaba las residencias con el edificio principal, y éste con la entrada, por lo que lo siguió.

Los jardines rebosaban de vida en aquella tarde, aun con el sol iluminando de pleno. Las flores estaban abiertas, los setos que había rebosaban de verdor y los árboles parecían altos y bien cuidados. No hacía un calor agobiante por lo que él pudo caminar tranquilamente hasta la fuente que hacía de enlace entre el camino a la verja, el edificio principal y las residencias. Había allí algunos alumnos charlando en los bancos alrededor de la fuente cuando él pasó por allí, y tuvo la leve sensación que lo observaban, aunque no le dio demasiada importancia, supuso que al fin y al cabo los SeeDs que salían de misión eran observados por los alumnos.

Tras un par de minutos llegó a la puerta, todavía no había nadie allí. Descargó su mochila en el suelo y se apoyó en la verja, mirando en dirección a la academia por si alguno de sus dos compañeros de misión llegaba, Lulu sobretodo. No llegó nadie y a eso de las 6 y media se puso a leer un rato, de un libro que había comprado en una de sus salidas. A las 7 empezó a escuchar un sonido extraño que no reconoció al principio, pero venía del cielo. Unos minutos después, un barco volador cruzó por encima la academia y se detuvo a unos pocos metros de la verja, aún en el aire a bastante altura, y empezó a descender a la explanada que había allí.

El sonido al principio era leve, luego llegó a ser molesto. Se trataba de una aeronave de forma alargada con un ala a cada lateral de las cuales surgían hélices que parecía ser el mecanismo para elevar o descender la nave en el aire. Por otra parte, en esas alas que al final terminaban con una placa diagonal, parecía que ahí se encontraban los reactores que la desplazaban en horizontal. “Menuda nave” pensó Arkan. Estaba claro que en Esthar no se andaban con chiquitas a la hora de construir naves. Conforme fue descendiendo pudo observar que el caso que parecía ser una sola forma alargada, en realidad tenía un saliente más bajo, acristalado, que parecía ser la sala de mando o al menos un mirador.

La nave casi llegó a posarse en el suelo, pero se quedó a un par de metros en el aire. Bajaron una escalerilla en la parte inferior de la cubierta de la nave, la zona acristalada y una puerta se abrió, por la que descendieron dos guardas de un uniforme grisáceo. Arkan cogió su mochila y se fue acercando. Cuando llegó, aquellos guardias le preguntaron si era alguno de los tres SeeDs que tenían que recoger en la academia, a lo que él les respondió que se trataba de Arkan Shadovar y les mostró su identificación. Uno de ellos llamó a un tercero que estaba en la parte de arriba de aquella escalera y el último le indicó a Arkan que lo siguiera.

El animador de sombras lo siguió y el guardia que apenas le dirigía la palabra más que para decirle las zonas de la nave por las cuales pasaban, lo acompañó a un camarote en el que había dos camas. Preguntó acerca de quien lo acompañaría en el camarote, y le respondieron que Lulu Calipse, a lo que Arkan asintió sin decir palabra. Él descargó sus cosas y se quedo leyendo en la mesa metálica que estaba fijada al suelo. Estaba leyendo cuando sintió que despegaban, como el ruido de motores se agudizaba y se hacía más notorio un ligero temblor, que luego desapareció. Supuso que tanto Yulianthalas, el otro que les acompañaba en la misión y al que no conocía de nada, como Lulu habrían llegado ya a la nave y por ello se elevaba ya rumbo a Esthar. Alguien llamó a la puerta y a la voz de “adelante”, mientras Arkan se giraba para ver quien entraba, vio a Lulu.


6:00

Se podía decir que Arkan había dormido como nunca en su vida, pese a que había sido en una cama en principio diseñada para una sola persona, pero en la que al final durmieron dos. Debían de ser altas horas de la madrugada cuando se despertó, abrazado a la joven, ambos tapados por las sábanas blancas de la cama. Intentando no hacer ruido ni molestar a la joven, Arkan se levantó, vistió con la misma ropa negra que había llevado antes y salió del camarote con la intención de explorar el barco.

Tras recorrer casi toda la nave viendo los numerosos camarotes que había, la sala de máquinas a la que entró acompañado de un guardia de uniforme grisáceo, decidió ir a la sala de control de la nave, aquella sala enorme y acristalado que había visto desde tierra. En un reloj consiguió ver que eran las 6 de la mañana, es decir, no tardaría en amanecer o ya lo estaría haciendo, pero pocas ventanas había en la nave, salvo los ojos de buey de los camarotes y la sala de control a la que se dirigía.

Llegó a una puerta metálica, de aspecto automático o accionada por un botón, custodiada por dos guardas que le flanqueaban el paso a ambos lados de esta. Uno de ellos pulsó un botón situado a la altura del hombro y la puerta se abrió, permitiendo a Arkan pasar. La sala de control lo sorprendió. Varias personas estaban colocadas en distintas computadoras que parecían emitir infomación sobre el barco, mientras que a la derecha de Arkan, había una escalera que subía a un alto en el que se encontraba un timón manejado por un piloto de aspecto experto y que recibía la información mediante voz de los distintos controladores de las computadoras.

Arkan quedó impresionado por el lugar, a parte de las computadoras y el timonero, una gran esfera holográfica se encontraba en el centro de la sala, indicando la ruta a seguir. Parecía que salvo alguna pequeño iban prácticamente en línea recta. El paisaje pasaba rápidamente bajo sus pies aunque la distancia que se suponía separaba Esthar de la academia era bastante grande. Iban volando por encima de los terrenos montañosos y verdes, salvo por algún pico nevado, al norte de Ivalice, por lo que si Arkan no se equivocaba en sus cálculos, llevaban ya más de la mitad del camino recorrido.

Se quedó leyendo en la cubierta mientras el barco seguía su rumbo, y cuando terminó de amanecer le sirvieron algo para desayunar en el comedor de la nave, abarrotado por lo que parecía un cambio de turno. Pasaron un par de horas más hasta que llegaran a lo que parecía el territorio de Esthar. Lo supo por el cambio de terreno que se empezaba a ver, ahora, se mirara a donde se mirara o se veía nieve o montañas nevadas, al menos desde aquellas alturas.

10:15
Arkan seguía en la cubierta, observando el paisaje y metido en sus pensamientos sobre la misión. Se suponía que sólo era una prueba de un simulador holográfico, en principio ningún problema podría haber con ello. Se trataba de un holograma, una imagen, y nada de eso podía dañarles realmente, pero algo lo tenía preocupado, “¿Y si es más que un holograma? Podría realmente afectarnos físicamente como si se tratara de un enemigo real... ¿será eso lo que quieren intentar en el simulador..?” Se fue a buscar a Lulu, para ver si seguía en la habitación o habría ido a investigar el barco


11:30

Un par de aeronaves más ligeras y pequeñas se acercaron a ellos, con orden de escoltarlos, por lo que Arkan había escuchado, hacia Esthar a través del escudo holográfico. Aun así, tardaron otros tres cuartos de hora en llegar a la localización de la ciudad y aterrizar. Cuando pasaron a través de aquel escudo protector de camuflaje, Arkan pudo ver una bonita vista aérea de la ciudad.

Edificios altos en el centro contrastaban con la cada vez menor altura del resto de edificios según se alejaban del centro de la ciudad. La cuestión era no solo que la ciudad era enorme y en apariencia preciosa sino que el campo de protección era todavía más grande y encima con forma de esfera, “sin duda, me quitaría el sombrero de llevar uno ante toda esta tecnología”. Antes que el barco volador tomara tierra, Arkan se dirigió a su camarote, para colocarse la armadura, quería estar listo para cualquier indicio de peligro o combate.

Primero lo sacó todo de la mochila, siendo precavido lo había dejado en la parte superior de la misma y ya había tomado bastante práctica en colocársela y quitársela. Lo primero que hizo fue ajustarse las botas que iban sujetas con correas por detrás de su pierna, para luego encajar las piezas con aquellas que cubrían el resto de sus piernas. Apenas tardó un par de minutos en hacerlo. Para cubrir el final de la armadura, se desabrochó el cinturón y se ató un trozo de tela que en caso de necesidad le hacía las veces de capa, de color marrón cuero destinado a ocultar el punto donde terminaba la armadura de sus piernas.

Luego se colocó la protección del cuello, para encajar más tarde la hombrera izquierda y abrochársela por debajo de la axila y alrededor del trozo de brazo que cubría para luego unirla con la protección del cuello. Se abrochó el cinturón y se colocó el guante de cuero en su mano derecha, para luego terminar colocándose el guantelete metálico de la mano izquierda. Prácticamente se había colocado la armadura en 5 minutos, al principio tardaba 15.

La nave tocó tierra y él corrió con la guadaña en su correspondiente funda y la mochila colgando del brazo derecho a la puerta de embarque por donde había subido. Allí estaba Lulu y el otro SeeD que los acompañaba, aunque no le prestó mucha atención.


13:00

Habían desembarcado ya de la aeronave y se encontraban sobre una plataforma metálica en el aeropuerto de Esthar, el clima era frío aunque no en exceso y Arkan lo soportaba bien, así que no tuvo necesidad de cubrirse el único brazo que llevaba al descubierto. Pese a lo que cabría esperar, sólo dos personas les esperaban allí, sin contar un vehículo de transporte a sus espaldas. Primero se fijó en la que llevaba un brazo metálico, aquello le llamó la atención. Llevaba una bata de laboratorio blanca, con una identificación prendida en el bolsillo izquierdo, y la llevaba puesta sólo del brazo derecho, puesto que del izquierdo únicamente se veía una mano metálica que sobresalía de la chaqueta. Iba vestida con más bien poca ropa de color morado y negro, llevaba el pelo castaño llevado hacia atrás, salvo por el flequillo, por una cinta de color negro. Calzaba unos zapatos de tacón azules.

Sin embargo la otra mujer del grupo de bienvenida, aparentaba un rango superior y Arkan creía que podía tratarse de la mismísima Erika Cid-Alea, que pronto habló: -Bienvenidos SeeDs, es un honor tenerles aquí. Desearía poder haberos preparado un recibimiento más digno, pero como ya sabeis nuestros guerreros se encuentran ocupados en otros asuntos. Si sois tan amables de seguirme a mi y a la señorita Shalua Rui, ella diseño el sistema que han de probar. Ya esta todo preparado, por lo que agradeceríamos que comenzaran de inmediato, el tiempo es oro.

Nadie dijo nada, simplemente se dirigieron hacia el vehículo, dejaron sus mochilas en el maletero y entraron en aquel vehículo con pinta de todoterreno pero algo más alargado y con más capacidad. La mujer que Arkan creía que era Erika conducía, Shalua Rui iba en el asiento del copiloto y los tres SeeDs iban detrás, con Arkan sentado en la ventanilla izquierda.

Tardaron unos 15 o 20 minutos yendo a bastante velocidad por la ciudad en llegar al centro, donde el animador de sombras había visto desde el barco volador aquellos edificios altos que sobresalían entre los demás. Aparcaron a las puertas de uno de los más altos, el que Arkan supuso aunque no consiguió adivinar por la insignia que se trataba de algo militar, más aún si un alto rango del ejército de Esthar los llevaba allí para las pruebas. A parte de alto, el edificio comprendía prácticamente una manzana entera, y casi toda su superficie estaba acristalada. “Está claro que aquí no van cortos de presupuesto” pensó el SeeD mientras descargaba su mochila y recogía la guadaña que había guardado en el maletero.

FDI: Siento que haya tanto "hueco", no quería rolear por ninguno de mis dos compañeros más allá de lo que ya había acordado con Lulu.

Se podía decir que haberse apuntado una semana antes en el tablón de misiones a la espera de que comité disciplinario les convocase y les diese instrucción para aquella nueva misión, había sido aventurarse demasiado por su parte. Pero, ya era demasiado tarde para echarse atrás. Junto a Arkan y Yulianthalas iba a ser enviada a Esthar para hacer una especie de entrenamiento holográfico o algo así. La verdad que para una primera misión no estaba nada mal, así que en ese momento me encontraba en mi habitación con una bolsa de deporte abierta sobre la cama, junto a un montón de ropa amontonada, diversos libros y entre todo ello, las dos brillantes espadas que usaba como arma.

Caminé dando vueltas en más de una ocasión por la habitación, buscando un par de cosas que se me olvidaban y que finalmente terminé encontrando al fondo del armario. Una vez hube llenado la bolsa con pantalones para varios días, ropa interior, camisetas, unas botas de recambio y neceser, salí con las espadas colgando de una mano y la bolsa en la otra mano.

Llegué a donde en teoría, habíamos quedado, el puerto. No había nadie a la vista, hasta que un joven desde el interior de la nave me hizo una señal para que subiese.

Hola, buenos días, mi nombre es Lulu Calipse.

Tras presentarme, el chico me dijo que le siguiese pues me indicaría donde se hayaba mi camarote. La nave por dentro era tal y como me imaginaba, según pude comprobar a medida que cruzaba los pasillos. Un movimiento brusco, que hizo que me tambalease levemente, me indicó que la nave se había puesto en marcha, y que aproximadamente tendríamos un día de viaje hasta llegar a la ciudad de Esthar.

Finalmente, tras pasar por delante de varias puertas, se detuvo delante de una y me dio una llave. Le dí las gracias y tras ello el chico se fue. Por lo que tenía entendido, podía darse el caso de que compartiese camarote.

*Igual nos han metido a los tres en el mismo camarote*

Así que antes de nada, llamé con suavidad a la puerta, una voz me indicó desde el interior me indicó que podía pasar. La voz me resultaba ligeramente familiar, así que entré girando levemente el pomo de la puerta. Cerré la puerta detrás de mí y vi que enfrente mío estaba Arkan, el animador de sombras, que se había girado para ver quién había entrado a la habitación.

Hola cielo-dije mientras dejaba mis cosas sobre la cama.

Aproveché el siguiente tiempo que tenía para colocar la mochila dentro del armario y sacar las prendas que podían arrugarse, además de sacar el neceser y dejarlo en el pequeño armarito del baño. Tras eso, coloqué las espadas cerca de la guadaña de Arkan.

El resto del día se me pasó bastante rápido, por lo que sin darme cuenta me quedé dormida sobre la cama. A media noche me desperté y me moví de manera brusca, arrepintiéndome después, pues me dí cuenta de que junto a mí dormía de manera profunda el animador de sombras. Supuse que era él el que me había tapado, y también era él el que había pasado su brazo alrededor de mi cintura abrazándome.
Me giré intentando no despertarle y le dí un suave beso en la frente. Me quedé observándolo unos segundos, apreciando sus preciosos rasgos. Su rostro aparentaba tranquilidad, y su respiración era pausada.

Te quiero muchísimo, mi vida-susurré.

Tras ello, me dí media vuelta y me quedé dormida de nuevo.

A la mañana siguiente abrí los ojos mientras bostezaba. Me incorporé y me quedé sentada sobre la cama y volví a bostezar. Después me froté los ojos. Miré a mi alrededor, buscando a Arkan.

*Habrá ido a desayunar*

Me levanté y me dí una larga ducha. Tras ello me vestí con un vestido de tirantes de color verde botella, con detalles de flores en color blanco. Me calcé las otras botas que había traído en la mochila, de suela más plana y sin cordones.

Cogí la llave del camarote y salí por el pasillo por el que me había acompañado el día anterior el joven. Llegué hasta la zona de recepción de la nave, una especie de sala, donde estaba aquel chico, que me dijo con amabilidad que nos había preparado el desayuno en el comedor. Sonreí y seguí sus indicaciones siguiendo el largo pasillo, hasta llegar a un comedor con amplias mesas de madera maciza, decoradas con simples manteles, y al fondo una mesa con el desayuno para que cada uno se sirviese lo que quería. Avancé con tranquilidad y llené la bandeja con un vaso de zumo, y un bowl con cereales y leche. Desayune con tranquilidad y lentitud y después me dispuse a buscar a mis otros compañeros.

Después de varias vueltas por el barco, encontré primero a Arkan, que se había despertado temprano para investigar por el barco además de leer un poco. Después de ello, encontré en cubierta al otro animador de sombras que al igual que las otras veces que había coincidido con él, mantenía un semblante algo ironizado. Nos quedamos allí los tres, hablando de manera animada, hasta que atracamos en el puerto de Esthar.

La chica que nos recibió, de nombre Erika era bastante más amable de lo que había imaginado.

Bienvenidos SeeDs, es un honor tenerles aquí. Desearía poder haberos preparado un recibimiento más digno, pero como ya sabeis nuestros guerreros se encuentran ocupados en otros asuntos. Si sois tan amables de seguirme a mi y a la señorita Shalua Rui, ella diseño el sistema que han de probar. Ya esta todo preparado, por lo que agradeceríamos que comenzaran de inmediato, el tiempo es oro.




En apenas media hora, llegamos al edificio principal, donde se suponía que íbamos a hacer práctica de aquella máquina holográfica.

Los tres nos quedamos fuera del coche, frente a la entrada principal, esperando a que nos diesen alguna indicación más.

Una vez mas, a la aventura… Esta era mi segunda misión. ¡Cuán lejana parecía ahora aquella primera! Ni siquiera era SeeD por aquel entonces, una curiosa predicción del futuro no muy lejano. Sentía que había cambiado mucho en este tiempo, podía decir, sin pecar de vanidad, que ahora era más poderoso. Pero todavía podía mejorar más todavía…

Abrí los ojos liberándome de la duermevela en la que me sumía cuando rayaba el alba y me incorporé pesadamente de la cama. Mi austera habitación me recibió tras mi vuelta del reino onírico, exactamente igual que cuando me dormí. Asentí complacido para mí mismo. El orden era importante, me resultaría muy molesto encontrar alguna modificación tras el inevitable sueño.

Pero en qué pensaba… Claro, la misión. Probar un simulador de combate, creía recordar haber leído. Simulador… ¿Qué era un combate simulado? ¿Pelear con armas embotadas? ¿Lanzar chispitas en lugar de bolas de fuego? Absurdo. Esperaba que como mínimo plantease algún reto interesante. Claro que… Esthar… la única gran ciudad merecedora de llevar tal nombre… y capital del estado al que denominaba. Curiosamente había estado ya en Icicle, de hecho había nacido allí, y en Trabia, por una clase de Claire. Resultaba algo irónico que visitase la capital en último lugar aunque… ¿qué decir sino que no me gustan los viajes? Esperaba que al menos me recogiesen en barco volador…

Antes de que me diese el almuerzo entre pensamientos terminé de levantarme e hice mi cama. No quería encontrar nada viviendo en ella cuando volviese. No me apetecía demasiado volver a la habitación tras el desayuno por lo que mejor prepararse ahora. ¿Qué necesitaría? La mochila estaba prácticamente llena ya pues no juzgaba necesario sacar nada normalmente. Solo quedaba añadir extras. Tras pensarlo poco introduje en el morral mi libro favorito, para no aburrirme durante el viaje. Una muda limpia me resultaba casi indispensable pues no era mi mayor ilusión andar con ropa perdida de sangre, ya fuera mía o de otro. Claramente no podía vestirme como normalmente si pretendía salir. Escogí pues mi ropa de viaje, manufacturada en Icicle por expertos peleteros. El negro cuero era resistente y brillante, ideal para soportar combates. Me anudé la sangrienta bufanda que siempre llevaba desde que me salvó la vida conteniendo una grave hemorragia, a la que por cierto no tenía intención de lavar ya que su color me recordaba lo útil que me era, y agarré mi guadaña.
La guadaña… heredada del gran Askara… una maravilla de ébano y obsidiana que demostraba lo hermoso que podía llegar a ser el negro. En el pétreo filo galvanizado había grabada hermosas runas. Solo unas pocas brillaban, aquellas que tras gran esfuerzo había logrado revivir con mis poderes, apenas una pequeña parte de las que provocaban tanto terror a los enemigos de mi maestro cuando este estaba con vida pero suficientes como para aterrar a los míos.

Con el equipo completo ya puesto me dirigí al comedor de Akademeia y tomé asiento. Tenía intención de comer opíparamente y tener muchas energías para mas adelante aunque la comida, cocinada masivamente, no despertaba precisamente mi hambre. Algo desilusionado eché mano de un par de bollos y una taza de chocolate. El pan era de hoy, sin duda bastante mejor que la numerosa bollería exportada de a saber donde. El chocolate estaba algo amargo, aunque no estaba mal. Como siempre, lo natural superaba a todas esas porquerías que comían los otros, una pena que no hubiese salchichas, me apetecía algo de carne.

Tras la lamentable, aunque finalmente abundante, comida, me dirigí tranquilamente al puerto donde se suponía el barco esperaba. Suponía mal. Me molestó tal falta de coordinación para con los SeeD pero no tuve mas remedio que sacar el libro y sentarme en los jardines a leer mi libro favorito. Al cabo de las horas vi una figura pasar por delante. Me llamó la atención por el reflejo metálico del sol en su “armadura”, si es que se podía llamar así a unas pocas piezas colocadas con escaso acierto por el cuerpo, causando un aparente desequilibrio al concentrar el peso en un solo lado. Claro que quizás tenía otra finalidad secreta, a saber.
En cualquier caso, la dirección y la indumentaria me hacían pensar que se trataba de un compañero SeeD y puesto que no parecía mujer debía de ser Arkan. Parecía ser que no me había visto, o quizás si pero me había tomado por un alumno.
Le observé disimuladamente mientras leía apoyado en la verja durante un rato bastante largo, hasta que la llegada del vehículo que habría de recogernos interrumpió mi inspección. Se trataba de un barco volador de estilizado diseño, que parecía ostentar con orgullo la tecnología que sus constructores desarrollaban un paso por delante del resto del mundo. Arkan subió pronto al aparato mientras que, por el contrario, yo me tomé con calma el paseíto desde el banco semiescondido entre los árboles sobre el que me hallaba hasta la nave.

Una vez dentro me sorprendió el práctico diseño que marcaba el vehículo con el sello de Esthar, muy diferente a cualquier otro barco volador. Mientras observaba curioso mi entorno unos individuos cualesquiera a los que no me molesté en mirar dos veces pidieron mi identificación. Con una sonrisa que presagiaba la más horrible de las muertes para el más molesto de ellos contesté.

Soy Yulianthalas Astilmir.

Y como si eso lo explicara todo sorteé a los guardias y pasé a mi camarote. El viaje fue largo y aburrido. Mi libro favorito se me hizo corto, una suerte que nunca me cansara de leerlo pues así podía exprimirlo más aunque conociera de memoria el final. En cualquier caso, todo tiene final, viaje incluido. Ni siquiera me molesté en salir de la habitación. Escuché pasos de vez en cuando, supuse que serian mis compañeros explorando la nave. Dicho artefacto, dicho sea de paso, no me importaba lo más mínimo, fuera de su utilidad como eficiente y rápido transporte.

Al llegar a fin de trayecto pude ver por fin a mis dos acompañantes. Salían del mismo camarote lo que dio lugar a una serie de interesantes suposiciones sobre el como habrían dormido. El animador de nombre aparente Arkan apenas si me miró, no obstante Lulu, guerrera bastante capaz con la que ya había tenido la ocasión de cruzar el acero, casi pareció alegrarse de mi presencia. Le dedique una sonrisa con cierto punto de sarcasmo al tiempo que miraba de reojo al otro animador. Dudaba que captase las insinuaciones pero al menos me resultaban divertidas mis bromas secretas.

Al poco tiempo del desembarco un grupo de personas vino a recibirnos. ¡Una fiesta de bienvenida! Que bonito, ojalá hubiese traído regalos para mi mismo, me haría ilusión ver que me regalaría. Ensimismado en mis extraños pensamientos apenas me di cuenta de que estábamos dentro de la ciudad. Una vez allí tuve que parpadear. ¿No era esto un erial hacía cinco minutos? ¿Acaso tanto me fascinaba la incertidumbre de un posible regalo a mi mismo como para no darme cuenta de la proximidad de una ciudad tan enorme? Lo dudaba. Tendría que haber otra explicación... y por la poca sorpresa que denotaban los rostros de mi compañero dudaba que fuese especialmente espectacular.

Tuve que posponer la investigación de tan extraño suceso cuando un pequeño grupo de personas se acercó a nosotros. ¿La fiesta continuaba? La escolta principal había desaparecido, supuse que estos serían los sustitutos. Jé, que importante yo. Este grupo era aún más raro que el otro, consistía en dos sujetos carentes de importancia, una mujer que tenía “algo” desconcertante y otra mujer algo más famosa, Erika Cid-Alea. De todos modos esta me daba igual, quería averiguar aquello tan extraño que poseía la primera. Fijándome cuidadosamente lo descubrí. ¡Metal! ¡Un brazo de metal! Era algo ciertamente interesante. Me había costado fijarme al principio porque la manga de la bata lo ocultaba pero al apartarse el flequillo se notaron claramente los cables y engranajes que sustituían tendones y articulaciones. Entonces, Erika habló:

Bienvenidos SeeDs, es un honor tenerles aquí. Desearía poder haberos preparado un recibimiento más digno, pero como ya sabéis nuestros guerreros se encuentran ocupados en otros asuntos. Si sois tan amables de seguirme a mí y a la señorita Shalua Rui, ella diseño el sistema que han de probar. Ya esta todo preparado, por lo que agradeceríamos que comenzaran de inmediato, el tiempo es oro. Bienvenidos SeeDs, es un honor tenerles aquí. Desearía poder haberos preparado un recibimiento más digno, pero como ya sabéis nuestros guerreros se encuentran ocupados en otros asuntos. Si sois tan amables de seguirme a mí y a la señorita Shalua Rui, ella diseño el sistema que han de probar. Ya esta todo preparado, por lo que agradeceríamos que comenzaran de inmediato, el tiempo es oro.

Y nos cedió el paso a lo que presumí sería el vehículo que habría de conducirnos por las tortuosas calles de Esthar. Se ofrecieron a guardar nuestro equipaje en el maletero pero preferí tener mis pertenencias cerca de mí. Nunca se sabía lo que podía ocurrir. En cualquier caso, me recosté en el asiento hasta que llegamos al gran edificio que, puesto que el vehículo se paró, supuse sería nuestro destino.

[Narrando]

Día 1
13:15
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En la puerta del edificio, Shalua ingresa una secuencia de números para acceder a varias puertas de seguridad. Tras varios pasillos de puertas blindadas llegan a una pequeña sala totalmente blanca. Slahua les habla:

-Muy bien, os dare una explicación breve. Este sistema está orientado a una experiencia totalmente real, desde movimiento y uso de la musculatura hasta cansancio psicologico. Por lo tanto, tambien serán capaces de sentir dolor y en el peor de los casos, de morir. Pero no se preocupen, si eso fuera a ocurrir los desconetaríamos de la maquina.

Se acerca a una pared, de donde se abre una compuerta y aparecen tres cascos de realidad virtual, los cual les alcanza.

-Pongaselos, comenzaremos con el experimento de inmediato. Para probar otras funcionalidades del sistema, les daremos a elegir el lugar, clima y enemigos con los que se enfrentaran. Se tratará de un combate por hordas, así que los monstruos vendrán en grupos progresivamente más fuertes. Una vez esten conectados a las maquinas sentiran que se mueven como lo harían normalmente, pero en realidad no realizarán ni un decimo del movimiento normal, de ese modo no chocarán con las paredes mientras corren por la realidad virtual. Pero suficiente tecnisismo, comencemos...

Los visores se encienden y ven las opciones que les dan a elegir.

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-Cada uno elija una de las opciones asignadas, traten de no ponerse de acuerdo para que sea más aleatorio y divertido.

Arkan: Terreno
- "Playa"
- "Montañas"
- "Extremo Aleatorio"

Lulu: Clima
- "Noche de Tormenta"
- "Mañana primaveral"
- "Extremo Aleatorio"

Yulianthalas: Enemigos
- "Gran reptante"
- "Ira aerea"
- "Extremo Aleatorio"
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Orden de Posteo:
-Arkan
-Lulu
-Yulianthalas

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Acababan de llegar a aquel gran edificio en el que parecía estaba ubicado aquel simulador que iban a probar. Se trataba de una construcción muy alta, de ventanales acristalados prácticamente dominando la fachada y ocupando una manzana sólo dicho edificio. Arkan ya cargaba con su guadaña en la espalda y la mochila en el brazo cuando los otros SeeDs hacían lo propio.

Lulu iba vestida con un vestido verde con detalles florales en blanco y unas botas, aunque sin duda el vestido parecía adecuado para el combate. “Me pregunto yo de donde sacará la ropa para el combate y que tenga detalles tan bonitos”, pensó el animador de sombras que estuvo tentado de decirle aquello a su amada pero al final lo dejó para un momento de descanso entre ambos. Pese a que la quería con locura y habían dormido juntos, no le parecía muy indicado mostrar al público de Esthar su relación al menos en aquel momento.

Por otro lado estaba Yulianthalas, el animador de sombras con el que todavía no había hablado y que era el tercer miembro de aquella expedición. Iba vestido con cuero negro, algo que a Arkan le sonaba incómodo para combatir pues él prefería la tela, aunque aquel tejido parecía estar bien elaborado y seguro que el animador no lo llevaba por cualquier motivo. Por otra parte llevaba una bufanda rojiza... aunque aquel color le recordaba a la sangre. Al contrario que la guadaña metálica plateada de Arkan, este animador llevaba un arma similar pero de color obsidiana en la hoja, que refulgía levemente al brillo de unas pocas runas activadas. “Para mantener esas runas seguro que debió usar no poco poder”.

Una vez terminado de echar un ojo a sus compañeros, Arkan se acercó hacia la entrada del edificio, donde Shalua Rui, aquella científica de brazo metálico tecleaba algo en un panel empotrado en la pared y las puertas se abrieron, haciendo que los tres SeeDs, ella y Erika entraran en el edificio. Parecía que no les iban a hacer un tour guiado por allí y siguieron a la científica y a Erika por varios pasillos de blanco mármol en el suelo, paredes y techo del mismo color y puertas férreas grisáceas guardadas por paneles de código igual que el de la entrada. “Sea lo que sea esto, aquí mantienen muchas cosas en secreto. Espero que no nos tengan que matar después de las pruebas por saber su localización”.

Al cabo de un par de minutos de paso rápido por los pasillos de aquel edificio, y subir algunos pisos en ascensor, llegaron a una sala blanca en la que había otro panel al fondo al que Shalua se acercó. Arkan dejó su mochila cerca de la entrada de aquella sala bastante amplia en la que parecía no haber nada más que aquel panel digital cerca del cual permanecía la científica cuando les habló:- Muy bien, os daré una explicación breve. Este sistema está orientado a una experiencia totalmente real, desde movimiento y uso de la musculatura hasta cansancio psicológico. Por lo tanto, también serán capaces de sentir dolor y en el peor de los casos, de morir. Pero no se preocupen, si eso fuera a ocurrir los desconetaríamos de la maquina.- Terminó de decir y se giró a teclear en el panel.

“Maravilloso, un “videojuego” en el que podemos morir... en fin... esperemos que no se les crucen los cables a estos tipos y nos maten fuera sin que nosotros nos enteremos dentro” pensó Arkan, bastante inquieto. Shalua sacó tres cascos que sorprendentemente cargó en sus brazos a pesar del robótico, sobre el cual Arkan pensaba que era sólo ortopédico y sin movimiento, y les entregó uno a uno a los SeeDs de Akademeia. Parecían cascos de protección para motocicletas pero pesaban algo más, aunque no demasiado, y una vez los tres tuvieron el suyo, Shalua les habló:-Pónganselos, comenzaremos con el experimento de inmediato. Para probar otras funcionalidades del sistema, les daremos a elegir el lugar, clima y enemigos con los que se enfrentaran. Se tratará de un combate por hordas, así que los monstruos vendrán en grupos progresivamente más fuertes. Una vez estén conectados a las maquinas sentirán que se mueven como lo harían normalmente, pero en realidad no realizarán ni un décimo del movimiento normal, de ese modo no chocarán con las paredes mientras corren por la realidad virtual. Pero suficiente tecnicismo, comencemos...- A su voz, Arkan se puso el casco y le pareció escuchar un sonido digital mientras se sentía teletransportado, como si su cuerpo fuera lanzado con violencia.

Se encontró vestido tal cual estaba al entrar en la sala, con la guadaña a la espalda y que por precaución antes que nada desenfundó. Sin embargo no llegaba aquel casco, y el entorno era de lo más extraño. Se trataba de un entorno cúbico pero sin detalle alguno, de fondo negro cruzado por rayas verdes que formaban una red, básicamente un entorno sin textura. En sus ojos apareció un menú curioso que indicaba las tres opciones que parecían haberle asignado a su elección: el terreno.

Primero quiso previsualizar la playa para poder decidir mejor. De repente el entorno se deformó y poco a poco la textura apareció, cargando los datos de una playa de aguas cristalinas y arena fina con alguna palmera de cierta altura por allí. Sin embargo la arena no le gustaba demasiado para combatir así que pensó en el monte. Este era totalmente diferente al anterior pero sin embargo el mismo procedimiento de transformación y se encontró, todavía solo pues parecía que sus compañeros no habían entrado todavía en el mismo lugar, en una ladera montañosa, más bien una colina o similar con algunos árboles y una inclinación que no le gustaba demasiado al animador.

Se paró a pensar durante un par de segundos mientras probaba el sistema de movimiento. Apenas le costaba moverse, lo mismo que en la realidad. Parecía que el sistema era bastante preciso, podía moverse con facilidad, y se sentía tentado a conjurar algo pero prefirió guardárselo para otro momento. En aquel momento visto el desagrado por los dos campos de prueba eligió el “extremo aleatorio” para que fuera lo que fuera, seguro que podía ser mejor que aquellos dos entornos que tan poco le gustaban, aunque en el peor caso sería uno de esos.



FDI: Elijo "extremo aleatorio" para el terreno.
PD: ese "comencemos" me recuerda a X-men Orígenes de lobezno cuando le funden el adamantium xD
PD2: no estaba muy inspirado T_T

Habíamos llegado al edificio principal, cuya seguridad era sorprendente. Unas pesadas puertas blindadas guardaban la entrada. Miré a mi alrededor, no había más gente que nosotros tres y Shalua. Ya en el interior, atravesamos varios pasillos, cuyo recorrido serpenteante terminó causandome una gran desorientación. *¿Dónde nos lleva?*

Fijé la vista en los dos animadores de sombras, cuya altura era considerablemente superior a la mía. *Vaya, espero que sean buenos luchando cuerpo a cuerpo porque con esa constitución…* Al parecer yo era la más pequeña del grupo, y la única que llevaba armas lo suficiente dañinas para un combate cuerpo a cuerpo, aunque las guadañas que llevaban, no dejaban mucho que envidiar a mis espadas duales, pues parecían tener una hoja bastante afilada.

Al parecer, cada uno del grupo había elegido ropa bastante cómoda para el combate. Tal y como en otras ocasiones, Yulian llevaba su característica bufanda con ligeros manchones de sangre, que daban un aspecto viejo y algo sucio a aquel complemento que rodeaba su cuello.

Mientras intentaba imaginarme que clase de reto nos esperaba, aproveche y me coloqué de una manera más cómoda las espadas, pues comenzaba a sentir su peso. * Ojalá las utilice pronto*

Por fin llegamos a la que se convirtió en nuestra última puerta, cómo pudimos observar. Shalua metió el último código numérico y una pesada puerta se abrió con sigilo frente a nosotros.

-Muy bien, os dare una explicación breve. Este sistema está orientado a una experiencia totalmente real, desde movimiento y uso de la musculatura hasta cansancio psicologico. Por lo tanto, tambien serán capaces de sentir dolor y en el peor de los casos, de morir. Pero no se preocupen, si eso fuera a ocurrir los desconetaríamos de la maquina.


-Pongaselos, comenzaremos con el experimento de inmediato. Para probar otras funcionalidades del sistema, les daremos a elegir el lugar, clima y enemigos con los que se enfrentaran. Se tratará de un combate por hordas, así que los monstruos vendrán en grupos progresivamente más fuertes. Una vez esten conectados a las maquinas sentiran que se mueven como lo harían normalmente, pero en realidad no realizarán ni un decimo del movimiento normal, de ese modo no chocarán con las paredes mientras corren por la realidad virtual. Pero suficiente tecnisismo, comencemos..

Tras ello, nos aproximó tres cascos. Cada uno cogió el suyo, y acto seguido nos lo pusimos. Principalmente todo estaba oscuro, hasta que poco a poco la imagen se fue aclarando a medida que shalua terminaba de hablar.

Ante mis ojos pude observar, cómo frente a mí aparecían tres opciones.



- "Noche de Tormenta"
- "Mañana primaveral"
- "Extremo Aleatorio"

Me quedé perpleja, y cerré los ojos con fuerza, y los volví a abrir. Miré a mi alrededor y noté como si estuviese dentro de una esfera de color oscuro, salvo que no todo era oscuridad, sino que mi cuerpo desprendía un ligero brillo. Estiré el brazo derecho y me lo llevé a la cara, dándome un pequeño pellizco en la mejilla. *Vaya, sí que es real* -pensé sintiendo un pequeño dolor.

Las tres opciones seguían delante de mí, flotando.

*Bien, veamos como funciona este chisme*

Me moví de manera cuidadosa, como si pensase que aquel extraño suelo se fuese a romper. Al comprobar que no y perder aquel miedo hacia aquello que probaba por primera vez. Alargué mi mano y toqué con la punta del dedo índice la primera opción.

Comencé a sentir frío, un frío que se equivalía al descenso de temperatura característico los días de lluvia y tormenta.

*Ay dios, espero que ahora no se ponga a llover*

Pero, sí, se puso a llover. Aquella especie de “cielo” se encapotó de nubes de un color grisáceo a la vez que el cielo tomaba un color azul oscuro, como si se estuviese haciendo de noche y levantando pequeños remolinos de viento.

*Y yo con vestido, me voy a congelar*

FDI:

Elijo la opción: “Noche de Tormenta”

Una vez dentro tuvimos un pequeño paseíto guiado por el interior. El lugar poseía una seguridad increible, más de una vez la mujer del brazo metálico, Shalua o algo así, se tuvo que parar e introducir un codigo ante una puerta tercamente cerrada. Erika, la otra mujer, se había ido casi al principio por lo que solo estábamos con la inventora y su escolta. Los evalué con la mirada, calculando si podrían ser una amenaza. No, concluí, a no ser que la mujer guardase algún tipo de arma entre el cableado. En cualquier caso, si esto era algún tipo de trampa creía que podría salir bien parado.

Nadie habló durante el trayecto. Yo hube de tragarme mi aburrimiento e ir callado también. No es que me gustase hablar, de hecho prefería estar en silencio, pero me gustaba escuchar las conversaciones, me resultaba bastante "entretenido", por decirlo de algún modo. En cualquier caso me tuve que contentar con un sigiloso paseo entre muros blancos y puertas blindadas todas exactamente iguales. De vez en cuando mis compañeros me miraban de reojo, hecho que me resultaba sumamente molesto. ¿Qué era tan interesante? ¿Mi cara? ¿Mi ropa? ¿Mi pelo? Tampoco era tan extraño... Arkan tenía el pelo rojo y yo no me quedaba mirándole.

Por fin acabó el trayecto. Nuestro destino resultó ser lo que parecía una cámara abovedada totalmente blanca. Me encogí de hombros. Nada del otro mundo.

-Muy bien, os dare una explicación breve. Este sistema está orientado a una experiencia totalmente real, desde movimiento y uso de la musculatura hasta cansancio psicologico. Por lo tanto, tambien serán capaces de sentir dolor y en el peor de los casos, de morir. Pero no se preocupen, si eso fuera a ocurrir los desconetaríamos de la maquina.

Que entretenido, ¿acaso iban a hipnotizarnos? Que lo intentaran, confiaba en la fortaleza de mi mente. Miré de reojo a la científica. ¿Cual era exactamente su invento? No se veía nada... Abandoné el disimulo y la seguí con la mirada mientras recorría la sala hasta el otro extremo, donde tras apoyar la palma de la mano en una especie de escáner de pared, se abrió una pequeña compuerta. Shalua extrajo de su interior unos "cascos" con visera. Tenían un diseño bastante distinto a cualquier otro visto por mí. Desde luego que no servían para conducir en moto.

La mujer se acercó a nosotros cargando con los aparatos y, mientras nos los repartía, siguió explicando.

-Pongaselos, comenzaremos con el experimento de inmediato. Para probar otras funcionalidades del sistema, les daremos a elegir el lugar, clima y enemigos con los que se enfrentaran. Se tratará de un combate por hordas, así que los monstruos vendrán en grupos progresivamente más fuertes. Una vez esten conectados a las maquinas sentiran que se mueven como lo harían normalmente, pero en realidad no realizarán ni un decimo del movimiento normal, de ese modo no chocarán con las paredes mientras corren por la realidad virtual. Pero suficiente tecnisismo, comencemos...

Qué cosa más rara... Yo seguía manteniendo una sana desconfianza ante el experimento, sobre todo desde aquello de que podíamos morir... Y lo de las hordas me sonaba aún peor, nos cansarían con esbirros y luego saldrían los más poderosos enemigos a finiquitarnos. Y lo de movernos... bueno, al menos no nos estamparíamos contra nada pero tampoco podríamos reaccionar si alguien nos tiroteaba desde alguna grada... ¿Había gradas? Antes de que me diese tiempo a mirar los alrededores la mujer me tendió el casco y me olvidé de mis paranoias.

El casco poseía un visor de... ¿cristal? Era opaco por lo que no estaba seguro. Pasé la mano por dentro, noté frío en algunos sitios... ¿Metal? Me era imposible averiguar la composición del casco. Con un encogimiento de hombros me lo puse.

El efecto fue instántaneo: deje de ver. Estuve a punto de arrancármelo y matar a todo lo que vistiese bata blanca por intentar tenderme una trampa antes de que la oscuridad se despejase y apareciese una pantalla ante mí. Me dije a mí mismo que debería olvidar los recelos y que me estaba volviendo paranoico y procedí a examinar los alrededores, ignorando momentáneamente el panel.

Estaba oscuro pero no era la oscuridad de las sombras, más bien era la oscuridad del negro en sí. Me acuclillé y palpé. Como suponía, el suelo era negro. ¿Para qué...? Bah, ya lo averiguaría. Podía moverme y andar, era interesante, si era una ilusión estaba bastante bien conseguida, mis reconocimientos a Shalua. Por si acaso quise probar, extraje mi guadaña y corté levemente mi brazo. Acto seguido me quité el casco. El corte no estaba. Volví a ponerlo. Ahí de nuevo. Je... Muy interesante. En mi breve ojeada al mundo exterior pude ver a la científica acercándose a un panel de control, el experimento daría comienzo en breve, mejor no hacer más tonterías.

Ahora sí me fijé en las posibles opciones. "Ira aérea" no sonaba nada bien, no tenía intención de que algo me destrozase desde arriba mientras Lulu se quedaba sentada sin hacer nada y Arkan y yo le bombardeábamos con bolas de fuego oscuro hasta quedarnos sin energía... No gracias. "Gran reptante" prometía más. ¡Dragones! Me encantaban los dragones. O serpientes, también me gustaban. Solo esperaba que no fuesen tortugas... Con un encogimiento de hombros pulsé dicha opción.

FDI: elijo Gran Reptante.
que feo me quedó el post -.-'''

Ante vuestros ojos se empieza a formar una playa de arena fina en la que os costará ligeramente desplazaros, aunque no hay demasiada arena por lo que no os impedirá demasiado. Apenas hay vegetación visible, y por otra parte se muestra un agua calma, cristalina. Sin embargo, tal cual empieza a cargar el programa de simulación de clima, unas nubes oscuras aparecen en escena, y en el lugar parece anochecer, sustituyendo el sol por una luna.

Sopla una muy ligera brisa, los rayos iluminan y los truenos resuenan mientras el mar se encabrita. A pesar del oleaje veis como algo se desplaza por el agua, cercano a la superficie. Unos segundos más tarde, un reptil surge del agua. Es de un tamaño considerable, y lo que parecía ser su cabeza, se divide en tres partes, mostrando su verdadera cara mientras os ruge y se dirige a paso rápido y pesado contra vosotros. Antes que llegue a vosotros, escucháis en vuestras mentes una voz digitalizada que dice:- Carga completada, simulación en marcha con parámetros débiles y IA fácil- termina diciendo mientras desaparece el sonido de vuestras mentes.





Acción: Nada

El miembro 'Comité Disciplinario' ha efectuado la acción siguiente: dados

'1d2' : 1

El lugar había empezado a cambiar, a pesar que él había decidido que éste se formara aleatoriamente entre las dos opciones que se presentaban, entre las cuales Arkan no había sido capaz de decidirse. Tanto la playa como aquella ladera montañosa tenían sus defectos a la hora de combatir, no era la mejor superficie para ello, al menos para combates cuerpo a cuerpo. La playa presentaba la dificultad que en la arena se perdía velocidad y costaba más moverse, en la ladera la superficie rocosa e inclinada era aquello que molestaba.

Pese a que tanto él como el otro animador de sombras eran más bien híbridos en cuanto a combate, magia y fuerza, también pensaba en Lulu a la hora de elegir el terreno. Ella era una soldado, su estilo de combate se basaba puramente en el físico, o eso tenía entendido Arkan. No descartaba la posibilidad que su compañera pudiera hacer algún que otro “truco” utilizando magia, pero no era el estilo que más dominaba.

Ante sus ojos apareció Lulu, pero le daba la espalda. La ropa que llevaba era la misma que había tenido puesta antes que empezara la simulación de aquello, aquel vestido corto de color verde y las botas. Aparecía cargada con sus dos espadas, y parecía que caminaba como si el suelo fuera frágil y no quisiese romperlo. Alargó la mano ante lo que parecía la selección de su opción.

Todavía no había aparecido el tercer integrante del grupo cuando con una muy ligera sacudida el entorno empezó a cambiar. Parecía que al fin el terreno iba a ser procesado. Donde antes era todo negro, ahora se formaba la playa que había visto antes. Aquella extensión de arena fina y aguas cristalinas y tranquilas, con alguna que otra palmera cercana a la costa pero a cierta distancia de ellos, “la podremos usar como cobertura si hiciera falta” pensó contemplando el caso que los atacasen desde lejos o arriba.

Empezó a caminar lentamente por la playa, dándose cuenta que no había tanta arena como pensaba, y que por tanto les sería relativamente fácil desplazarse y combatir. Desenfundó la guadaña mientras se terminaba de formar otra parte del lugar, el clima. Parecía que aquello había quedado a elección de Lulu, el cielo se formó oscuro y con nubes de tormenta, los rayos empezaban a caer, los truenos a sonar, y una brisa ligeramente fresca recorría el ambiente, por suerte no llovía. El mar se embravecía aunque no parecía que las olas los fueran a arrastrar si se acercaban.

A pesar del oleaje algo se movía en el agua, se dirigía hacia la playa dejando a ambos lados de su cuerpo un rastro de espuma. Al cabo de unos segundos, un cocodrilo de proporciones considerables apareció sobre la arena al tiempo que sonaba en la cabeza de Arkan:-Carga completada, simulación en marcha con parámetros débiles y IA fácil- “Así que esto es el primer test del simulador... bueno, es algo fácil, o eso parece” pensaba el animador de sombras.

El reptil rugió al tiempo que su cabeza parecía dividirse en tres, mostrando lo que parecía ser la sección inferior de la mandíbula, separada de las otras dos piezas. Sin pensárselo dos veces, Arkan empezó a moverse hacia el monstruo, caminando primero mientras su armadura tintineaba debido a las uniones. Pasados unos metros empezó a acelerar el paso y luego a correr, con la guadaña sujeta por su mano derecha, en horizontal. Llegó hasta la posición del monstruo, se situó a un lateral y elevando la guadaña sobre su cabeza, descargó el arma en vertical con intención de clavarla contra el cuerpo de aquel lagarto, fuera virtual o real, tanto le daba.

FDI: Lanzo ataque normal [20 PV]

Arkan
220/220 PV
280/280 PM
Bono físico y mágico: +10

Tras la elección de la opción en aquella pantalla, ésta desapareció y tras un leve silencio, un chasquido resonó en la sala. Poco a poco aquel sitio comenzó a cambiar, produciéndome un ligero mareo. Todo daba vueltas mientras se reorganizaba el ambiente. Amplias nubes oscuras de tormenta sembraron el cielo, mientras una fina capa de arena aparecía bajo mis pies, y el fuerte oleaje del mar se dejaba oir a cada segundo.

Giré y pude ver como mis dos compañeros de misión estaban allí, a unos escasos metros. Desenfundé la espada y caminé hacia ellos, pisando con suavidad la arena. No costaba demasiado avanzar sobre ella, así que me situé entre ellos antes de dar apenas cuatro pasos.

Una voz robótica retumbó en aquel espacio, mientras un ser aparecía de entre las cristalinas aguas. - Carga completada, simulación en marcha con parámetros débiles y IA fáci.

No parecía ser un reptil demasiado poderoso, pero a lo menos me daba repelús. Su cabeza parecía estar dividida o algo así. Avanzaba hacia nosotros así que debíamos actuar enseguida. No lo veía como un rival más poderoso que nosotros, porque obviamente le ganábamos en número y sobre todo en fuerza y magia.

Pretendí atacar primero, pero uno de los animadores de sombras, Arkan, se me adelantó, lanzando su guadaña en contra de aquel ser.

*Bueno, habrá que aprovechar la ocasión*

Hice lo propio y me lancé a por aquella cosa fea, girando las espadas antes de atacar, y sintiendo cómo la lluvia mojaba cada centímetro de mi piel y el viento conseguía que se me congelasen hasta los huesos.

Antes de aplicar mi ataque dí un ligero salto, clavando mis espadas a la altura de la cabeza de aquella cosa.

Retrocedí ligeramente, esperando una reacción, un ataque por parte de aquel reptil. Enfundé una de mis espadas mientras tanto y fijé mi mirada en el joven que cerraba nuestro grupo, Yulian. Aquel chico a pesar de ser el más joven de los tres, tenía una apariencia engañosa.

*¿Qué irá hacer ahora el animador de sombras?*

Lulu:

PV: 275
PM: 215
Bono de Fuerza: +10PV

Acción: Ataque normal:[20PV]

Un suave chasquido anunció la inicialización del programa, luego un zumbidito acompañó la aparicion de fina arena blanca. Sonreí. Era un paisaje magnífico, tan radiante como solo lo artificial podía serlo.
Lástima que acabase tan pronto. En cuanto las primeras nubes cruzaron el horizonte mis labios musitaron un sencillo monosílabo.

-No...

Sí... Nubes. Lluvia. Rayos. Truenos. En pocos instantes la tormenta arreciaba. El primer rayo desencadenó el primer grito. La espalda no me dolía desde hacía ya mucho tiempo, pero los recuerdos sí... Sangre. Fuego. M;uerte. Askara. Alquimia. Magia. Rayos. Rayos. Rayos.
A mi alrededor mis compañeros hacían cosas. No les veía bien... ¿lluvia? No... mi pelo estaba seco... Lágrimas...

Lágrimas derramadas sobre el rostro pétreo del muerto.

Me incorporé dificultosamente pero caí de nuevo. ¿De nuevo? ¿Cuándo fue la primera vez? Otro trueno me hizo encogerme sobre el sitio. Al instante recordé que estaba con otros. ¿Qué dirían al verme así? No podía tolerarlo... ¡No lo toleraría!

Askara muerto en el suelo. No podía tolerarlo, pero tampoco podía evitarlo...

En pie por fin. ¿Cuánto tiempo había pasado? Parecían años... ¡Pero si solo habían sido segundos! Me burlé de mi debilidad, Askara rió de mi debilidad, ¡los truenos no eran nada! ¿Acaso puede matarte un sonido? Sonido... ¡Luz y sonido! ¡Fuego y Aire! Las sombras me protegían... A él no le habían protegido. ¡Yo era su Señor! Él era mi señor.

El animador y la guerrera estaban delante, luchando codo con codo contra la alimaña... ¿Qué alimaña? Eso no estaba ahí antes... Antes de... de... el trueno... Los truenos regían, ¿como iba a calcular según truenos? Me estremecí ante el mero pensamiento... ¡Cuánto no más ante la realidad! Quita cobarde, lo haré solo. Sí... desprecio... ¿Qué si no quedaba ahora? ¡No! ¡Fuego! ¡Fuego para quemar el miedo! ¡Fuego para quemar el desprecio! ¡Fuego para quemar las nubes! ¡Fuego!

Y fuego apareció. De mis manos brotaron llamas purpúreas que se alzaron como violentas columnas. Sí... ¡Fuego para quemar! Las columnas se disiparon en una oleada ardiente que evaporó las lágrimas e hizo arder el miedo. Pero no los rayos. ¡Seguían ahí! Y mi espalda... y Askara... los fantasmas permanecían... No... todo era mi imaginación... ¡Sangre! Imaginado... ¡Muerte! Imaginado.... De la mano del rayo solo va la destrucción. Imaginado... ¡Irreal!

Llamas... ¿desde cuándo? Sombras... ¿desde cuándo? Je... aún era un Maestro Oscuro... Arkan y Lulu me miraban, genial, no habían notado mi debilidad anterior. Y en medio... ug, que asco... Ah no, ahí estaba la cabeza... ¿Qué... ? Parecía que había abierto la mandíbula por la mitad... No... ¿Todavía me afectaban los recuerdos? Las llamas temblequearon y me obligué a controlarme. Ahí, los ojos, justo en medio. Sonreí para mí. Mi sonrisa de muerte. No me asustaban los dragones, ni los de tres cabezas. Sonó otro trueno, un rugido. Ahí... ¡Él era! ¡La encarnación de la tormenta! ¡Su muerte sería la muerte de la tempestad!

Fuego para el agua. Grité, un sonido errante entre la ira y la agonía. La llama avanzó, errática. Pero eso sí, le dio entre los ojos.

FDI: Yulianthalas Lanzo Piro sombrío, quita 35pv por las mejoras =3

Spoiler:

PV: 220
PM: 200 - 20: 180
+5PV daño por Arma Mágica
+15PV daño por Arma Mágica y Magia aumentada

El enemigo empieza a desvanecerse debido a todos vuestros ataques de forma que va descomponiéndose en cubos que se van volviéndose transparentes hasta que los perdéis de vista. Una luz aparece en le centro del animal como si se estuviese tragando todos los datos, y mientras esperáis a la siguiente oleada se escucha un sonido de alarma y la voz de Shalua hablaros:

- Algo va mal...perdiendo l... contr... aguant... podái...- Se escucha un sonido y la voz queda desconectada, el paisaje desaparece y vuelve a aquel limbo negro delimitado en una malla por líneas verdes mientras una voz digital habla:- Sobrecarga del sistema, fallo grave en el recolector de basura, ejecutando tratamiento de excepción... ALERTA, ALERTA, imposible tratar la excepción, procediendo a simularla para su estudio. - Allí, frente a vosotros, empieza a formarse una imagen enorme, un dragón con un gigantesco anillo flotando alrededor del cuello.

Con un enorme rugido, se termina de materializar en todo su esplendor y tamaño, siendo un leviatán imponente que hace temblar el lugar a cada paso que da, mientras os mira con unos ojos cibernéticos. Estáis frente a frente con aquella simulación tan real, donde podéis perder vuestra vida debido al fallo del controlador, únicamente os queda una opción: destruirlo antes que haga lo propio con vuestras mentes.

Ring Wyrm 1500/1500 PV Ataque normal: 20 PV Habilidades: 3 desconocidas Características: -Inmune a condena. -Podéis forzar sus datos, lanzando 1d3 haciendo que sea débil a: 1 nada, 2 físico, 3 magia. No usa turno pero sólo se podrá usar una vez cada ronda, y tiene un tiempo de recarga para cada uno de dos rondas. Durante toda la ronda (es decir desde el turno del que lo lanza hasta el turno anterior a su nuevo turno) el dragón recibirá un 50% más de daño del tipo al que haya sido debilitado.

Acción: nada.

Recuperáis PV y PM usados en el combate anterior. Vuestra ficha queda actualizada a tal cual la tenéis ahora.

La guadaña de Arkan se había hundido con facilidad en la carne de aquel reptil virtual, desgarrando los datos que lo formaban como si se tratase de un ser vivo real. Todo aquello era muy real pese a ser una simulación por ordenador y no estar ocurriendo más que en sus mentes y una computadora. Se iba a esforzar igual que lo haría en un combate habitual, siempre se empeñaba en darlo todo en el combate por muy de prueba que fuese.

La tormenta seguía rugiendo cuando tras retirarse levemente notó que caía una fina lluvia sobre el lugar, empezaba a sentirse ligeramente mojado en los brazos. Era una sensación molesta, sobre todo si se acompañaba de la brisa fría que corría y del frío metal que componía su armadura. Hasta ahora se estaba moviendo sin problemas con ella, había perfeccionado en poco tiempo un estilo de combate en el cual podía combinar la defensa utilizando la armadura en el lado izquierdo con una fuerte ofensiva en su lado derecho. Aquello era a primera vista, puesto que el animador también se había ocupado de cubrir esas debilidades, practicando tanto en defensa como ataque en ambos lados.

Lulu también se había lanzado contra aquel reptil, corriendo con aquel vestido verde, espadas en mano. Con un ágil movimiento, había lanzado sus espadas en vertical desde arriba contra la cabeza del monstruo, haciendo que se clavasen. “¿Qué pasa con el otro? ¿Por qué todavía no hace nada?” Se preguntó Arkan cuando después que Lulu se retirara unos pasos del monstruo, el otro animador de sombras seguía sin hacer nada. Parecía enfrascado en alguna discusión interna, que pareció zanjada cuando una llama avanzó errática hasta que dio en la cabeza del monstruo, de forma certera.

La primera prueba parecía completa y sin problemas, el monstruo se empezaba a disolver en forma de cubos que se movían y separaban del cuerpo, como si se estuviese derritiendo. Cuando ya estaba a punto de desaparecer por completo y todos los datos desperdigados alrededor de donde había estado el monstruo, una luz apareció como si fuese un agujero que recogía el monstruo y se lo llevaba.

Sin embargo algo no iba demasiado bien, para el gusto de Arkan aquello iba muy lento, como si un ordenador estuviese aumentando el ruido de su procesador debido a que está trabajando a toda potencia, o más de la cuenta. De repente la voz de Shalua resonó en su mente, con bastantes interferencias, sonando inconexa:- Algo va mal...perdiendo l... contr... aguant... podái...- ” Shalua, ¿qué se supone que…? pensó Arkan, con la intención que aquel mensaje le llegara a la científica militar, pero parecía que toda conexión se había perdido.

Al cabo de un instante, el paisaje desapareció, dejando el mismo entorno gráfico negro delineado con rayas verdes en el que habían estado antes de simular nada. Sin embargo había algo raro, aquello era como más… pesado, le costaba algo más moverse. Una voz digital masculina apareció en su mente, dejando el mensaje como si estuviese hablado, de hecho Arkan creyó haberlo escuchado:- Sobrecarga del sistema, fallo grave en el recolector de basura, ejecutando tratamiento de excepción... ALERTA, ALERTA, imposible tratar la excepción, procediendo a simularla para su estudio. - Y entonces el entorno volvió a parecer normal, notaba menos presión en sus movimientos, más fluidez.

-No quiero saber qué nos vamos a encontrar…- y en respuesta a su frase, algo empezó a materializarse. Varios discos luminosos aparecieron en el lugar. Cuatro de ellos formando un cuadrado en el suelo, uno algo más adelante y encima de los primeros, y otro en la posición enfrente del anterior, al otro lado del cuadrado, formando un hexágono. Los discos empezaron a moverse, rellenando un dibujo que se había dibujado en un instante antes que Arkan se diera cuenta, formando algo similar a un dragón. ”Dragones… lo que nos hacía falta…”, pensó el animador mientras los discos iban cubriendo la forma, terminando en apenas unos segundos.

Un dragón enorme, de cómo mínimo diez metros de altura y unos cincuenta de largo se extendía ante ellos. Rugiendo apareció un anillo flotante alrededor del cuello de aquel leviatán dragontino de escamas verdosas, larga y musculosa cola, alas enormes que extendidas podrían abarcar un centenar de metros fácilmente. Por la mente de Arkan circulaban diferentes ideas para conseguir de alguna forma vencer en aquel combate, o retrasar al menos su final, con la intención que Shalua u algún otro científico de aquella simulación los sacara.

Puesto que parecía que los permisos de aquella simulación habían saltado por los aires, el animador intentó con su mente acceder al programa simulador. Lo consiguió puesto que estaba en conexión con dicho programa, y tras observar los datos, vio como parecía tener permisos para recargar las estadísticas del dragón, en un único campo, la defensa de sus escamas. Con un esfuerzo mental, las intentó reducir en todos los aspectos, haciendo infinitamente más débil a aquel ser, pero fue expulsado del panel de control y no supo qué efecto había causado.

Así, con la armadura en la parte izquierda de su cuerpo y ambas piernas, y la guadaña en su mano derecha, se lanzó corriendo contra aquel dragón, consiguió aferrarse a algunas de las gruesas escamas de la piel y subir al lomo. Desde allí, manteniendo el equilibro como podía se dirigió a través de la espina dorsal hasta la cabeza. Tomó su guadaña con ambas manos, y descargó una serie de cortes contra la piel y el hueso, seguidos de un último movimiento clavando allí la guadaña.


FDI: Utilizo forzar datos, con resultado 2 (físico). Lanzo Atravesar 105 PV [70 (60+10) + 35 (50% de 70)]

Spoiler:

Arkan, Animador de Sombras
Nivel: 5
260/260 PV
240/280 PM
Bono físico y mágico: +10
Habilidades para este combate: Atacar, Defender, Oscuridad Protectora, Consumir, Piro Sombrío, Sesgar Alma, Visiones, Manipulación de Sombras, Castigo Sombrío, Muro Sombrío, Atravesar.

El miembro 'Arkan' ha efectuado la acción siguiente: dados

'1d3' : 2